Misión y Visión
(Reinaldo y su mujer Patricia Ghiglino)
Yo me aproximo a la piedra espontáneamente y este proceso, es para mi experimental, la piedra me va indicando dónde ir. Mis manos y mis ojos hacen y yo soy libre para pensar. Podría decir que es una comunión con el infinito de lo eterno. Es la esencia no cambiante, y en comunión con su espíritu yo cambio la forma.
La emoción que se siente al conectar con la poderosa energía que la piedra contiene es esa fricción que genera una chispa, detonando ante mí un portal de infinitas posibilidades.
La montaña puede convertirse en polvo, pero sigue siendo piedra.
De esa piedra surge el monolito, pasando por el megalito de Las Américas, tanto en las piedras de los grandes templos en la antigua Grecia y las catedrales del mundo que hicieron de esta humilde piedra el vaso donde se juntan todas formas de culturas como soporte o marco de la historia de la humanidad en general.
Los monolitos son grandes bloques de piedra en bruto, que mantienen su forma original y se utilizan para crear estructuras. Una cosa que me fascina y que no tengo respuesta ni manera, de saber la razón de su existencia son los megalitos, menhir, dolmen y crómlech.
—¿Qué significan estos monolitos?
—¿Qué mensaje envía?
—Yo no lo sé, pero lo intuyo.
—Y a mí me fascina su misterio
El objetivo es captar la luz entre las dos piedras y todas las variantes posibles de las dos.
El modelar la luz genera tensiones, variantes y variables en el inner espacio. Para mí encontrar esta relación entre lo muy antiguo y lo actual trato de aprender de la conexión que encuentro mi trabajo actual y el paleolítico.
Y en esta investigación, además de sentimiento, captura sensaciones a través de ese análisis físico. Con los monolitos mucha gente se ha planteado si símbolo funerario, indicación de rutas.
Me fascina el hecho que no está muy claro el objetivo de esos monolitos si son indicaciones de tumbas o cruce de caminos o de otro tipo de indicador.
El original monolito se mantiene aún inexplorado y misterioso. Y esa es la fascinación de mi búsqueda donde siento y ahondó mi existencia. Es lo que da sentido a mi vida, espiritual, intelectualmente, mi actitud a través del arte, con el arte, por el arte, para el arte.
Escogí una forma de vivir que me ancla a la tierra.
La conclusión es simple como el slogan mío, “antes buscaba la forma, ahora a través del espacio y la forma, busco el alma de la piedra y la mía. El arte no son gritos, son susurros.”
Desde aquí mando mi agradecimiento a todos los que me han ayudado a través de personas que he ido conociendo, que me han regalado ciencia, conocimiento, educación, sensaciones y sobre todo una predisposición para entender y ayudar a ese alguien que se ha convertido en mi familia. A los que quiero. De alguna manera justifica algunas de mis acciones y enseñar lo que conozco sin intereses ulteriores.
REINALDO
2023